lunes, 28 de diciembre de 2009

Prólogo

Ya tiene rato que Al Gore se ganaba a las audiencias del mundo con su documental sobre el calentamiento global. Nunca jamás había conocido una actitud más omnipotente que ésta en la que se ponen las personas cuando afirman que "Estamos destruyendo el mundo". Lo he escuchado tanto últimamente que me parece poder ver cómo un desvarío de algún megalómano de pronto se convirtió en una serie arrasadora de pruebas irrefutables filmadas en HQ y una histeria colectiva honestamente muy boluda de grupos desinformándose los unos a los otros. Y todo alrededor nuestro está contaminado por hordas de gente estúpida con un poquito de poder generando pánico entre la otra parte de la población que es tan estúpida como ellos.
Si enciendes la tele, lees la prensa, deambulas en internet o intentas realizar alguna acción a traves de la cual busques encontrar recorrer un poco la cortina de tu propio oscurantismo sobre la situación actual del mundo, lo único por encontrar es un licuado en el que se combinan el colmo de la decadencia hippie, un new age intervenido por la física cuántica y el combo de dirigentes políticos mas freak de toda la historia.

1.- Roberto Micheletti, Michelle Bachelet, Cristina Kirchner, Evo Morales, Hugo Chávez, Felipe Calderón, todos ellos presidentes de las naciones que más han dado de qué hablar durante los últimos años en Latinoamérica, son cazafortunas enfundados en los disfraces más diversos y temibles. Si Darth Vader se sentara a tomar el desayuno con ellos, haría quedar a George Lucas como un creador de villanos de cuarta. Tal vez muera sin dejar rastro a causa de lo que voy a decir a continuación, pero en esa mesa a la que Vader ni siquiera está invitado, la mayoría ordena largas líneas de coca para abrir el apetito y no hace falta ser un gran terapeuta sistémico para mirar a los ojos de los comensales y darse cuenta de que les faltan algunas canicas en el frasco. Las tres maneras en las que Aristóteles alcanzó a predecir que se degradarían y corromperían los regímenes políticos parecen piropos si analizamos las condiciones económicas, sociales y culturales en las que se encuentran los pueblos gobernados por los personajes del circo. Un neo nazi centroamericano, una Isabel Allende resentida, un injerto de Moria Cazán y Mirta Legrand que se cree Evita, un mestizo que utiliza las raíces de su cultura para meterle el dedo a su propio pueblo, un soldado raso carente de moral embravecido por la merca y un junior neoliberal del Opus Dei que en su plan Telcel tiene llamadas ilimitadas a los jefes de los cárteles y se manda mensajes de texto con sus amigos pedófilos tratantes de blancas. OMG!!!! La frikipedia con todo y notas al pie.

2.- Hace un par de semanas caí en la trampa y me chuté 2012 con John Cusack. Anoche la rematé con un documental del History Channel acerca de Nostradamus/el calendario maya/ el 2012, esos tres temas meneados aleatoriamente en un gran sinsentido de "ciencia" e interpretaciones piñata. A la película no vale la pena dirigirle más tiempo que ninguno y al escribir esto mismo ya siento que mientras lo hago ya perdí una parte valiosa de mi vida. Respecto al pseudo documental (no tiene ninguna cualidad que le merezca ese nombre) sólo entendí que un señor que vivía en la época de la inquisición quizá escribió un libro que quizá se encontró recientemente en el que figuran siete dibujos que quizá tengan algo que ver con lo que una serie de locos esquizoides han interpretado que quizá la cosmogonía maya hubiera contemplado que quizá en el año 2012 habría quizá una modificación en el curso del desarrollo de la propia cultura maya, suceso al que todos se quiren sumar sin comprender en absoluto que cuando los Mayas crearon una mitología y una línea del tiempo lo hicieron pensando en su propia cultura y ninguno de nosotros tiene vela en ese entierro a menos que viviéramos en el territorio conformado por la antigua Mesoamérica, lleváramos apellido Balam, Dzul o Can y hubiésemos nacido mayahablantes. Queridos míos, güeros del mundo titulados Doctores por universidades extranjeras permítanme decirles un secreto: ningún sacerdote ni astrónomo maya pensó jamás en ninguno de ustedes, pelotudos egocéntricos. Cuando uno de esos hippies Dr. en no sé qué madres habla de la desaparición del pueblo maya dan ganas de putear a los cuatro vientos. Los mayas ahí están. Hay al menos un millón trescientas mil personas que conforman el pueblo maya actualmente. ¿Desaparecieron?. ¿Acaso hay algún pendejo que se atreva a decir que los egipcios desaparecieron sólo porque no hay unos señores con tocados chistosos sembrando trigo en los alrededores de la Esfinge?. Chale man. Y además cuando se habla de los mayas en ese tipo de documentos andrajosos siempre aparecen unos re-enactments de actores morenitos con penachos de utilería y líneas de color azul pintadas en la cara, como si no pudieran irse a Quintana Roo y sentarse en una plaza durante quince minutos y pedirle a al Sr. Balam y a su familia si les permiten hacer una toma de ellos para ilustrar al pueblo maya en el History Channel. Ah y por si fuera poco siempre hay alguien "salvajemente" decapitado para ofrecérselo a los dioses. Es verdaderamente críptico que vivamos en la era de las comunicaciones y haya culiados que se atrevan a hacer afirmaciones de ese estilo. Ya quisiera que charlaran diez minutos con algún miembro de la comunidad maya y le pregunten lo que piensa acerca de la pelicula de Mel Gibson, o bien del famoso fin del mundo. El pueblo maya ha atravesado por numerosas etapas en la una línea del tiempo histórica trazada, como en cualquier cultura, por períodos de acomodo, esplendor y decadencia y en cuyo curso el año 2012 significa el término de una etapa y el inicio de otra. Punto. Nada se esconde detrás de esas cosas, inmundos fans de la mamada... nada.

3.- ¿Y qué me dicen del furor autosugestivo producido por Rhonda Byrne? Eso sí que es un secreto: Una señora que no se ha hartado de escuchar Enya, de decolorarse el pelo y peinárselo con secadora y spray o usar hombreras, que de hacer programas de radio y leer un libro de Stephen Hawking resultó la gurú de todas las mamás de mis coetáneos. ¿Es que cuesta más barato un ejemplar de El secreto que uno del Tao Te King? No. ¿Entonces? ¿Quién le dio a esa mujer el título de filósofa? Ahora resulta que un escritor de bestsellers de autoayuda es un gran filósofo. Autoayúdense por favor.
¿Y Ronald Hubbard? Un beatnik frustrado porque su imaginación nunca le dio para contar una historia y lo único que pudo hacer es compilar su gusto por la ciencia ficción y su síndrome post traumático en un libro de reglas. Si Hubbard hubiera tenido un poco más de amor propio tal vez hoy sería considerado uno de los escritores de ciencia ficción más chingones del siglo veinte, por lograr que su obra literaria se convirtiera en una secta, y Philip K. Dick se hubiera rascado la cabeza en su escritorio contemplando un ejemplar del Libro uno preguntándose cómo ese hijo de perra enloquecido por la guerra logró burlar al mundo entero. Pero resulta que no es ni broma ni cuento; al tipo se le zafó la chaveta y ahora hay no sé cuántos millones de personas en el mundo sometiéndose a sus leyes y perdiendo el tiempo de su vida en recrear durante muchas horas al día lo doloroso que es ser un ser humano. Me muero de miedo chicos.

4.- Y nosotros aquí. Contemplando a guevo todo esto. Resulta que sin haberle dedicado voluntariamente ni un solo segundo de mi tiempo a la materia, llevo en mi cabeza datos, nombres, chismes. Tantos que me dan ganas de vomitar. Madonna se divorció, no sólo eso sino que poseo tatuada en mi mente una polaroid de su entrepierna que a pesar de las sentadillas ya no está como para que la ande mostrando. No sé. Snoop Dogg es director de películas porno, por ejemplo. ¿Cuándo me enteré de eso? ¿Quién me lo dijo y por qué? Si lo leí en algún lado, ¿En qué tipo de pulbicación se discute sobre esas cosas? ¡Ricardo Fort! ¡Conozco su cara! ¡La gente habla de él! ¡Está en la portada de una revista! y todos los días, esperando el trole lo veo con su cara deforme y su cuerpo anabólico y no sé cómo sacármelo de encima. Y no me importa pero resulta que ahora mismo estoy hablando de él y no me interesa pero ocupa un espacio de mi cerebro. Ahí tienen, escritores de ciencia ficción, una verdadera trama de agonía y desesperación. ¿Qué haremos con todo esto? ¿Quedará lugar después en nuestras almas como para acomodar lo que verdaderamente importe? ¿O seremos cada uno un terabyte de la gran base de datos de la frikipedia y los tesoros que la vida nos regale nos pasarán inadvertidos?

Simplemente hay veces que me siento a escribir, que debería parecerse a meditar, y lo único que hallo es ese manantial inagotable de mierda humana que en algún momento de la historia comenzó a convertirse en lo suceptible de ser contado, publicado, filmado, fotografiado, debatido. Quisiera saber cómo pasó esto. Tal parece que conforme el tiempo transcurra, cada vez va a ser más difícil hallar tesoros y ni hablar de crearlos. Ojalá con el advenimiento del fin del mundo todos esos pajeros se metan un tiro entre ceja y ceja. Ojalá que si hay algo de cierto en que empieza una etapa nueva sea una en la que haya un poquito más de noción de los valores humanos. Pero tal parece que no va a ser así. Que lo nuevo, queridos míos, no sé qué nombre le vamos a poner, en la década que nos espera ese será el desafío: lograr acercarse a lo sublime mientras el mundo se vuelve un sitio cada vez más vulgar.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Epígrafe

Los días de nuestro calendario gregoriano se vuelven cada vez más largos y las noches son claras. Orión brilla tanto que el mismo Zeus, si pudiera verlo desde aquí, lo envidiaría y al mirar la Cruz del Sur me parece como si fuera yo quien estuviera parada justo en la intersección de los puntos cardinales. Así, también están los días en los que no encontraría nadie más pendejo que yo sobre la tierra ni buscando entre los que intentan emprender el vuelo prendidos de la cola de un papalote. Fray Servando en El mundo alucinante visita un lugar guiado por un príncipe. A veces uno sólo está de viaje y camina entre los poetas y las orgías intentando que nada le perturbe. Pero cuando te despiertas el viaje ya está hecho y una cosmogonía tan nítida es imposible de olvidar.

Dentro de tres meses cumplo veinticinco años. Veinticinco es un tratado completo de semiótica. Apenas ahora se me ocurre pensar que a lo mejor había cosas que hacer antes de que eso sucediera. Cuáles no sé; tampoco es cuestión de vivir insatisfecho. Y mientras me percataba de algo que termina, escribí el título en esta hoja en blanco.

Estamos en diciembre y soy de esas personas tan retro que conservo la necesidad de escoger este momento en el tiempo para hacer una recapitulación. El 2009 ha sido probablemente el año en que más horas he pasado durmiendo y en que menos horas he trabajado. Ignoro también si en todas esas horas de sueño me acurrucaba mirando hacia la pared buscando olvidarme de los cíclopes tendidos a mi derecha o en realidad los otros son un reflejo tan bello y perfecto de nosotros mismos que al contemplarlos con luz de sala la materia se nos hace náusea y quisiéramos ser sólo alma y descansarnos del quehacer tan fatigoso de tenernos sólo a nosotros mismos, único hecho para el cuál el albedrío no conduce hacia ninguna dirección.

No es que esté cansada: es muy fácil apresar mis propias nociones ingenuas entre el pulgar y el índice y aplastarlas como a una polilla. Y si alguna vez dije estar cansada de algo hoy puedo acudir a la vulgaridad de la entropía: No estoy cansada.

Podría pronunciar el discurso del héroe mediocre porque la esperanza es un boomerang lanzado con furia para que se estrelle en el parabrisas del horizonte: le has gritado a Dios que se vaya a la mierda y te has secado las lágrimas con un kleenex, con un pañuelo, con el trapo de la cocina, con la toalla en la que te tiendes a tomar sol, hasta que de tanto llorar te sale sangre por la nariz. Y metiste todo en una bolsa y la pusiste en un estante para que no perderla hasta que un día dijiste.- Basta de guardar esta basura-. Y le hiciste un nudo y la metiste en la caldera y permaneciste detrás del vidrio mirando cómo se incineraba. Después juntas las cenizas con una pala y las metes en una urna hasta que un día pasas por el comedor y te preguntas qué carajos hace un frasco con polvo arriba de mi linda chimenea y lo coges con las dos manos, te pones el impermeable y agarras un taxi. Lléveme lejos. Una vez ahí caminas hasta la mitad de un puente bajo el que corre un río revuelto de fuerza y agua dulce, quitas la tapa y tiras las cenizas. El viento las teje en el aire y después caen, se mojan y se las bebe el agua. La urna también la arrojas y se revienta en el fondo del río. Se acabó. Las nubes negras del Oeste que siempre te pareció estaban lejos, ahora están justo arriba de tu cabeza y de pronto llueve.

Todo eso pasó y vas caminando despacito hacia alguna avenida cuando un objeto sólido te golpea en la nuca. Varios días después brincas de la cama de la sala de recuperación sin entender cómo llegaste hasta ahí y cuando recuerdas todo y tu respiración se calma ves que en la mesita de luz está esa enorme pieza de madera que una vez alguien te dijo que no perdieras nunca.


Quién sabe si uno alguna vez comprende que no importa cuántas veces creas haberte deshecho totalmente de tu propia pulsión de vida, mientras no te decidas a pegarte un tiro en la cabeza, un día vas a descubrir que está otra vez ahí.

Y el héroe, mitad ternura mitad absurdo, que se sube al podio para intentar decir algo con el boomerang bajo el brazo, no encuentra ni una sola palabra que valga la pena de ser enunciada. Porque la gente de su pueblo en verdad es una casa vacía, parecida a la de todos los otros héroes, habitada únicamente por él, quien; cualquiera que haya sido la proeza; entiende que no es menos o más grande que otras porque todos tenemos una vida.

A veces releo las líneas que escribo y les encuentro parientes de libro de autoayuda. Cuando las moralejas están implícitas no hace falta ponerlas en ningún lado y si además carecen de trasfondo moral incluso dejan de ser aquello que son.

Y así empieza cada historia, con alguien que ya sabe algo, que va a olvidarlo para luego acordarse de que lo sabía y preguntarse si en realidad es posible trazar el camino como una línea recta o el principio (que siempre parece un final) en realidad es lo único susceptible de suceder.


* Gracias a Jose por regalarme el capricho de la esperanza.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Montaigne

De los mentirosos

No hay ningún hombre más desacertado que yo para hablar de memoria, pues es tan escasa la que tengo que no creo que haya en el mundo nadie a quien falte más que a mí esta facultad. Todas las demás son en mí viles y comunes, pero en cuanto a memoria me creo un ente singular y raro digno de ganar reputación y nombradía. Además de la falta natural que experimento (en verdad vista su necesidad Platón hace bien en nombrarla diosa grande y poderosa) si en mi país quieren señalar a un hombre falto de sentido, dicen de él que no tiene memoria; cuando me quejo de la falta de la mía me reprenden y no quieren creerme, como si me acusara, de falta de sensatez: no establecen distinción alguna entre memoria y entendimiento, lo cual agrava mi situación, pero no me perjudica, pues por experiencia se ve que las memorias excelentes suelen acompañar a los juicios débiles. Equivócanse también no haciéndome justicia, en el respecto siguiente: quien como yo no sabe hacer bien nada, aparte de ser excelente amigo, ve que para ellos las mismas palabras que acusan mi enfermedad representan la ingratitud; forman idea de mi afección por mi memoria, y de un defecto natural hacen un defecto de conciencia: «Olvidó, dicen, esta súplica o esta promesa; no se acuerda de sus amigos; no se ha acordado de decir, hacer o callar esto o aquello por la estimación que me tiene.» A la verdad, yo puedo fácilmente olvidar, pero dejar de cuidarme del encargo que un amigo me ha confiado, no lo hago nunca. Que se disimule, pues, mi defecto, sin hacerlo consistir en malicia y mucho menos en una malicia que se opone abiertamente a mi carácter. Algo me sirve de consuelo en esta falta de memoria el convencimiento de que es un mal de que me valgo para corregir otro peor, que fácilmente hubiera germinado en mí y el cual es la ambición, pues no puede soportar la falta de memoria quien está sumido en los negocios del mundo. Como rezan varios ejemplos semejantes del progreso de la naturaleza, la ausencia de memoria ha fortificado en mí otras facultades a medida que ésa me ha faltado; de tener buena -23- memoria fácilmente seguiría las huellas ajenas, mi espíritu languidecería por no ejercer sus propias facultades, como suele hacer casi todo el mundo, que se sirve de las extrañas opiniones por tenerlas presentes en la mente; mi discurso por la misma razón tampoco es muy extenso ni dilatado, pues sólo merced a la memoria se almacenan las especies que el juicio no procura. Si me hallara favorecido por tal facultad hubiera ensordecido a mis amigos con mi charla; los asuntos, al despertar en mí la facultad que yo poseo de manejarlos y emplearlos, alargarían en demasía mis disertaciones. Es cosa lamentable, yo lo veo por algunos de mis amigos, a medida que la memoria les representa el caso de que hablan por todas sus fases, retroceden en su narración, cargándola con tan inútiles detalles, que si lo que refieren es interesante, ahogan todo el interés; y si no lo es, hay tanta razón para maldecir de su feliz memoria como de su juicio desdichado. Es cosa harto difícil cerrar una relación y cortarla una vez que se ha comenzado; nada hay que mejor pruebe la fuerza de un caballo que el que se pare neto y en redondo. Aun entre las personas dotadas de tacto veo muchas que quieren y no pueden apartarse ele la carrera emprendida, mientras buscan el punto para cerrar el paso: marchan faramalleando y arrastrándose como hombres que sucumben de debilidad. Sobre todo son peligrosos los viejos en quienes permanece vivo el recuerdo de las cosas pasadas y que perdieron la memoria de sus repeticiones. He visto relaciones muy agradables convertirse en aburridas en la boca de un anciano, porque cada uno de los circunstantes las había oído cien veces por lo menos. La segunda ventaja de la falta de memoria consiste en recordar menos las ofensas recibidas; como decía Cicerón, para ello sería menester un protocolo. Darío, para no echar en olvido la ofensa que había recibido de los atenienses, hacía que un paje le repitiera al oído tres veces, siempre que se sentaba a la mesa: «Señor, acordaos de los atenienses.» Además, los lugares y libros que veo por segunda o tercera vez, se me ofrecen siempre como una novedad. No sin razón se dice que quien no se sienta fuerte de memoria debe apartarse de la mentira. Bien sé que los retóricos establecen diferencia entre mentir y decir mentira; aseguran que decir mentira es decir cosa falsa que se tomó por verdadera; y que la definición de la palabra mentir, en latín, de donde nuestra lengua la ha tomado, vale tanto como ir contra su conciencia, y que, por consiguiente, esto no se relaciona sino con los que dicen algo contrario a lo que saben, a los cuales me refiero. Ahora bien, éstos o lo inventan todo a su guisa, o alteran y trastornan aquello que es verdadero. Cuando cambian y desfiguran una cosa, al ponerla en su lugar un interlocutor, es difícil -24- que se desconcierten, en atención a que su idea, tal cual es, habiéndose acomodado primeramente en su memoria o impreso en ella por la vía del conocimiento y de la ciencia, es difícil que no se presente a imaginación desalojando la falsedad, que no puede tener el pie tan seguro ni asentado, y las circunstancias del primer aprendizaje, esparciéndose de diversas suertes en el espíritu, tampoco hacen perder el recuerdo de la parte falsa o bastarda. En aquellos otros que inventan fondo y forma, como no hay ninguna impresión contraria que choque a su falsedad, tanto menos semejan equivocarse. De todos modos acontece que, como la mentira es un cuerpo vano y sin fundamento escapa fácilmente a la memoria, si ésta no es fuerte y bien templada. De lo cual he tenido experiencia frecuente en casos graciosos ocurridos a expensas de los que forman constantemente el propósito de ser de la misma opinión de la persona a quien hablan, bien en los asuntos que negocian, bien por dar satisfacción a los grandes; pues estas circunstancias en las cuales quieren prescindir de su fe y de su conciencia, estando sujetas a cambios frecuentes, preciso es que sus palabras se diversifiquen a medida que ellas cambian, de donde resulta que tratándose de la misma cosa, unas veces dicen gris, otras amarillo a una persona de un modo, a otra de manera distinta. Y si por fortuna esta clase de hombres acomodan opiniones tan contrarias ¿en qué se convierte tan hermoso arte? ¡a más de que imprudentemente ellos mismos se desconciertan con tanta frecuencia! Porque, ¿de qué memoria no habrían menester para acordarse de tantas formas diversas como forjaron de un mismo asunto? En mi tiempo he visto envidiar a algunos esta clase de habilidad, los cuales no ven que si la reputación la acompaña, ésta carece de todo fundamento. Es a la verdad la mentira un vicio maldito. No somos hombres ni estamos ligados los unos a los otros más que por la palabra. Si conociéramos todo su horror y trascendencia, la perseguiríamos a sangre y fuego, con mucho mayor motivo que otros pecados. Yo creo que de ordinario se castiga a los muchachos sin causa justificada, por errores inocentes, y que se les atormenta por acciones irreflexivas que carecen de importancia y consecuencia. La mentira sola, y algo menos la testarudez, parécenme ser las faltas que debieran a todo trance combatirse: ambas cosas crecen con ellos, y desde que la lengua tomó esa falsa dirección, es peregrino el trabajo que cuesta y lo imposible que es llevarla a buen camino; por donde acontece que comúnmente vemos mentir a personas que por otros respectos son excelentes, las cuales no tienen inconveniente en incurrir en este vicio. Trabaja en mi casa un buen muchacho, sastre, a quien jamás oí decir verdad más que cuando le conviene. Si como la verdad, la mentira no tuviera más -25- que una cara, estaríamos mejor dispuestos para conocer aquélla, pues tomaríamos por cierto lo opuesto a lo que dijera el embustero mas el reverso de la verdad reviste cien mil figuras y se extiende por un campo indefinido. Los pitagóricos creen que el bien es cierto y limitado, el mal infinito e incierto. Mil caminos desvían del fin, uno solo conduce a él. No me determino a asegurar que yo fuera capaz para salir de un duro aprieto o de un peligro evidente y extremo, de emplear una descarada y solemne mentira. Plinio dice que nos encontramos más a gusto en compañía de un perro conocido que en la de un hombre cuya veracidad de lenguaje desconocemos. Ut externus alieno non sit homines vice96. El lenguaje falso es en efecto mucho menos sociable que el silencio. El rey Francisco I se alagaba de haber arrollado por medio de tales artes a Francisco Taverna, embajador de Francisco Sforza, duque de Milán. Era este legado hombre famosísimo en la ciencia de la charla, y había recibido de su señor la misión de disculparle a los ojos del monarca a causa de un suceso de importancia grave. El rey, para estar informado de las cosas de Italia, de donde había sido expulsado, incluso del ducado de Milán, decidió enviar cerca de Sforza un gentilhombre que le sirviera de hecho de embajador, pero que en apariencia simulara residir en el país por sus negocios -26- particulares, lo cual era posible fingir porque el poder del duque dependía más del emperador (sobre todo en aquella época en que preparaba el matrimonio con su sobrina, hija del rey de Dinamarca, que es al presente dueña de Lorena), y no podía descubrir, sin perjuicio de sus intereses, que tal personaje tuviera ninguna relación ni comunicación con nosotros. A esta comisión se prestó un caballero milanés, caballerizo de la casa real llamado Maravilla, quien, despachado con cartas secretas y particulares instrucciones como embajador, y llevando además otras de recomendación para el duque en favor de sus asuntos particulares, para cubrir las apariencias, permaneció tanto tiempo cerca de ese personaje, que habiéndolo advertido el emperador, disgustose por ello, lo cual a mi ver dio lugar a lo que sucedió después, y fue que, so pretexto de una muerte misteriosa, el duque mandó que le cortaran la cabeza de noche, habiendo el proceso durado sólo dos días. Francisco Taverna se encargó de tergiversar lo acontecido (el rey había reclamado a todos los príncipes de la cristiandad y al duque mismo), y en sus declaraciones relató mil patrañas, entre otras que su señor jamás consideró al muerto sino como gentilhombre privado y súbdito suyo, a quien habían llevado a Milán sus negocios particulares, añadiendo además que no sabía que perteneciera a la casa del soberano, ni mucho menos que fuera su representante. El rey a su vez, acorralándole con diversas objeciones y preguntas, y cercándole por todos lados, llevole por fin al punto de la ejecución, que se llevó a cabo como queda dicho, por la noche, y como a escondidas, a lo cual el pobre hombre, confundido por completo, respondió para echárselas de sencillote, que por respeto a su majestad, el duque no hubiera consentido que hubiese tenido lugar durante el día. Puede suponerse cómo fue cogido en la trampa, habiéndoselas con un hombre de tan aguzado olfato como Francisco I. El papa Julio II envió un embajador al rey de Inglaterra para impulsarle a la guerra contra el rey Francisco. Luego que fue conocida su misión, como el rey de Inglaterra insistiera en su respuesta sobre los obstáculos que veía para disponer los preparativos necesarios con que combatir a un soberano tan poderoso, el embajador replicó torpemente que él por su parte los había pesado también y se los había hecho presentes al papa. Por estas palabras, bien ajenas a su misión, que no era otra que la de empujarle desde luego a la lucha, el rey infirió lo que se corroboró después, o sea que el embajador, por designio propio, era un auxiliar de Francia. Advertido de ello el papa fuéronle confiscados todos los bienes y faltole poco para perder la vida.

* Tomado de www.cervantesvirtual.com aprieta el link para ver las notas al pie.


domingo, 29 de noviembre de 2009

Viaje en el viaje I

En el pequeño bolsillo interno de la mochila llevo una piedra. Una caja transparente con un corazón, un ojo de vidrio y los ojos de Santa Lucía y mi D.N.I: noventa y tres millones, ocho cincuenta y seis, cuatro cincuenta y dos. Y la brújula.
En la parte grande llevo un cuaderno chico y uno grande, regalo de mi madre, que me llegó por correo, un libro que era de mi abuelo Juan, un estuche morado con plumas de colores y mi USB 254 MB, el estuche de mis lentes, mis lentes de sol flogger, la cartera y una bolsa de cosméticos.
En la cartera llevo un escapulario viejo, un billete de dólar hecho nudo, un billete de cien pesos mexicanos; un boleto del metro, la tarjeta del metro y la del metrobús. Quinientos pesos argentinos; la tarjeta del trolebús, un peso con treinta y cinco centavos y un cospel. La credencial del seguro de gastos médicos mayores y mi licencia de manejar del Distrito Federal. Y el boleto de ida a Buenos Aires.
En la bolsa de cosméticos hay un carretito de hilo dental, cepillo de dientes y pasta, un inhalador, dos pastillas de pepto bismol, tres de paracetamol; dos docenas de pasadores y un peine negros; los lentes de contacto, unas gotas de manzanilla que mi papá me compró en el aeropuerto de México, la botella de líquido para limpiar los lentes, Kleenex, un espejito, la pinza de depilar, el cortauñas y dos brillos para labios.
También voy a llevar una chamarra delgadita por si llueve y una sudadera gruesa por si tengo frío.
En la bolsa de afuera de la mochila va el celular de México: lo uso de reloj y de alarma. Y el cargador de ese celular con su adaptador para poderlo conectar. Y llevo el de aquí, por si alguien me llama y su cargador. La cigarrera, una cajetilla de cigarros, dos encendedores y una lamparita para leer en la oscuridad.
En una bolsita del lado hay caramelitos de cereza con mentol, otros que se llaman Pico Dulce que son buenísimos, un paquete de pastillas de limón y unos dulces de propóleo por si me duele la garganta.
Las llaves de mi nueva casa están enganchadas al cierre y mi llavero es un peluchito de un burro que cuando lo aprietas hace el ruido que los burros hacen y una pulsera de Pumas con la leyenda CÓMO NO TE VOY A QUERER. También va enganchado a la tela un segurito gigante que me encanta y es lo más parecido a un arma que jamás llevo conmigo. Todo es muy parecido a algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul.
En la maleta llevo mi ropa, una toalla y unas alpargatas y dos revistas mexicanas para regalar. Pesa un poco.
Y el sobre de los documentos es tan importante que tengo que llevarlo en la mochila pero tan grande que me gustaría mandarlo en la maleta.
Recen a los dioses tortuga, al árbol genealógico in heaven y si alguien tiene a Dios en su facebook, sugiérale que me mande una solicitud de amistad.

Lu
=)!

viernes, 13 de noviembre de 2009

2000/2

¡Eeeeeeeeh!
Más o menos al tiempo que este querido espacio cumple los dos años de existencia, en algún momento entre ayer y hoy cumplió también las 2000 visitas. Siempre pensé que 2000 era poco, comparado con esos blogs a los que uno entra y hay un hit counter que ilumina tantos numeritos que hay que señalarlos con el dedo a partir de las unidades para adivinar dónde van las comas de la cantidad. Pero hace unos cuantos días me di cuenta que esta especie de cumpleaños blogger estaba por suceder, Hor me dijo.- Son más o menos tres visitas por día-. ¡Es verdad! Eso significa que desde hace dos años hay tres, por ponerle un número, personas de carne y hueso que pasan por aquí y miran y esperan, sonríen y se baten a duelo junto conmigo. No hay cosa más conmovedora que eso.
Yo tengo para mí que no son 2000 sujetos, sino que son muchos menos. Un número que ha ido aumentando de a poco, pero que en realidad cuenta porque son gente que vuelve. Tampoco es el blog más comentado del universo, pero a través de esas participaciones intuyo que es así. Que uno que pasó alguna vez por aquí sin darse cuenta terminó de nuevo en este sitio por alguna causa, tal y como le sucede a uno cuando se sienta a reflexionar en la sala de abordaje, el imposible deja vu del "yo ya estuve antes aquí" que te lleva a unir puntos para formar la figura de la persona que eres hoy, de las relaciones que ese ser tiene con los demás y de cómo nos parecemos en la nostalgia, en las causas y defectos, en los ecos y las ansias de soltar.
Al día de hoy, otros espacios como Facebook, que parece un tortazo, realmente han contribuído a que haya cada vez más pasajeros. No es mucho lo que he hecho para que De aeropuertos se sostenga, simplemente seguirlo abonando. Y muchas de esas veces pajeras que uno piensa "no tengo a nadie" como la canción del gusano, lo que queda cuando todo lo demás ha sido rastrillado por la estupidéz es la posibilidad de esta entrada, vacía hasta que decido llenarla, un espacio ficticio colmado de vasos medio llenos de mí y de todos esos vínculos que estampan sellos de colores en las paginas traseras de mi pasaporte al mundo.
No es que existo a partir de esto, pero esa parva de pasajeros despistados que nos sentamos en estas butacas azules, incómodas, frecuentemente nos damos cuenta de que nos acompañamos mutuamente; eso es bello.
Ahí arriba hay un link con Muerte sin fin de José Gorostiza. Es un poema largo, que puede leerse en una sentada o dosificando los versos homeopáticamente en años, pero si alguien tiene tiempo de darle una peinada, es un regalo que yo recibí de mi querida maestra de retórica anciana y dulce Dolores Castro y entonces, formados los tres en fila para subir a un avión, nos miramos las caras, sin contar con explicación alguna de cómo es que de pronto Gorostiza/Lola y Lucía terminaron en el mismo lugar, descubriendo que tenían cosas en común.
A veces simplemente no sé a quién darle las gracias. Doy un abrazo o beso el escapulario que cuelga de mi cuello y pienso en esa larga e improbable línea de sere humanos formados delante mío, detrás.

* ¿Su pase de abordar por favor?
.- Aquí está.
La mujer le troquela un redondelito perfecto y me lo devuelve:
* Adelante-. dice.
Abro mi pasaporte y atoro ahí el tíquet. Seguro me lo piden llegando a mi destino y si no, me gustaría guardarlo de recuerdo. Antes de avanzar por el túnel me doy vuelta. Ella me mira...
* ¿Se le ofrece algo más?
.- No...
Pero no me voy. Miro al suelo. No sé si decírselo, a lo mejor no lo va a entender, pero si no se lo digo me voy a quedar con las ganas. La gente que falta por checar su tíquet espera su turno. Sus ojos me urgen: se lo digo o avanzo, no hay de otra.
.- Oiga...
Ella espera una pregunta. La tensión se termina cuando se dispone a atenderme.- ¿Sí?

.- ... Gracias.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Super Yo: el superhéroe maligno

.- Ok man... me desperté tarde. No hice mucho pero ayer fue un gran día.
* ¿No hiciste mucho? No hiciste NADA, querrás decir.
.- No sí. Sí hice. Lavé los platos, me bañé. Conseguí peinarme y cociné una pila de milanesas. En la tarde fui al super, a la pollería y a la panadería. Es más, de regreso pasé por una veterinaria y entré a pedir trabajo y les dejé mi teléfono. Podría bañar perros un par de días a la semana.
* Sí idiota... podrías hacer un montón de cosas en vez de freír milanesas. No me salgas con la mamada de que eso es lo que quieres hacer en la vida. Bañar perros, no mames Lucía.
.- Pero cuando me fui a dormir estaba contenta. Sentía que había hecho muchas cosas. Tal vez no cosas importantes, pero hice. No sé por dónde empezar o si es que ya empecé. No sé qué es lo que sigue o qué buscar si en realidad todo lo que deseo lo llevo conmigo. Si ir a comprar el pan es un comienzo o debería estar haciendo otras cosas.
* Otras.
.- ¿Como cuáles?
* No sé. Tú tienes muchos sueños. Tomarte la vida como viene no te va a llevar a ninguna parte.
.- ¿Tú cómo sabes eso? Después no pude dormir. Me desperté triste y cuando me bañaba esta mañana me eché a llorar. ¿No puedes irte? ¿Callarte de una vez? ¿Qué haces aquí? ¿Quién carajos eres tú para estarme hostigando todo el tiempo?
* Soy Super Yo: el superhéroe maligno.
.- ¡Vete!
* No me voy a ir a ningún lado. Atravezaste el mundo y sigo aquí, ¿No te has dado cuenta? Jamás podrás deshacerte de mí. Estoy aquí para dificultarte las cosas. Para hacerte enteder que lo que tienes que hacer es sentarte a escribir nuestros díalogos, por lo menos. Que te dejes de pendejadas de llorar en la regadera. Ya deberías haber comprendido, al menos un poco.
.- ¿Qué es lo que tengo que entender? Nunca me has explicado nada.
* Eso justamente: ¿Cuántos momentos maravillosos has tirado a la basura por estarte peleando conmigo? Simplemente deberías hacer lo que te digo.
.- Eso es fácil, pero tú nunca me dices qué hacer. Sólo das ideas. No logras nada con eso. Eres como un artista flogger: te sientas en una mesa con la pierna cruzada luciendo tus estúpidos tenis de diseñador para hablar de proyectos posibles e ideas fantásticas pero no llevas a cabo ninguna. Sólo son tú y tu postura fundamentada en filosofías de las que has oído hablar en mesas de café. Y tomas vermouth y te crees muy chingón. Enr ealidad creo que eres un pendejo atómico.
* ¿Ah sí?
.- Sí. Pendejo.
* Entonces ¿Por qué perderías tu tiempo hablando conmigo?
.- No lo sé. Por eso lloro. Nunca encuentro una solución. Sabes mucho más que yo acerca de la maldad. No puedo ganarte y si sí, no sé cómo hacerlo. Siempre encuentras la manera de perturbarme.
* No soy yo Lucía. Eres tú. Tú eres la que está perturbada.
.- Sí claro... Ya sabía que ibas a contestar eso.
* ¿Ah sí?
.- Chale.
* ...
.- Vete a la mierda. Me caga escucharte y tener que hablar contigo. Lo tuerces todo. Me haces sentir confundida. Me produce mucha angustia nunca jamás poder ganarte. ¡Yo no estoy perturbada! ¡NO ESTOY PERTURBADA!
* AAAAAAjajajajaja.
.- ...
* ...
.- ... De qué te ríes... ¡Imbécil!
* Qué linda eres Lucía.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Sur

30 de octubre, 2007.

Ella había tenido que aprenderse las calles y los atajos por los que debería ir frecuentemente. Conocer de memoria el Sur de la cuidad. La ubicación exacta de las sucursales de los bancos, las rutas de los camiones, la línea del metro con los nombres de las estaciones, los días que colocaban los tianguis en las diferentes calles de diferentes colonias y los verdaderos nombres de las colonias. La correcta ubicación del destinatario, el remitente y las estampillas en el sobre de una carta. Entre otras cosas.

Era la menor de tres hijos. Su padre, veterinario, de joven había sido boy scout, luego rescatista en el temblor del 85. Su madre, emigrada de Argentina casi treinta años atrás, fue algún tiempo enfermera de la cruz roja en la división de quemados y titular de un puesto importante en la fiscalía de apoyo a las víctimas de violencia.

Una familia de entusiastas. Les gustaba emprender aventuras. Una vez se habían ido a Alaska en una camioneta verde, todos juntos, y habían tardado cuatro meses en ir y volver. Un día, decidieron bienaventurarse a vivir a la patria materna, puntualmente a la cuidad de Córdoba. Y se fueron. Primero sus hermanos mayores. Después ella, que estaba a punto de cumplir los trece años y decididamente ya podía viajar sola en avión: tomaría el vuelo de Lloyd Aero Boliviana el día 28 de enero de 1998, disfrutaría unos días de vacaciones acompañada de su abuela y sus tíos y primas, se instalaría de manera pasajera en casa de alguno de ellos e iniciaría el ciclo escolar a principios de marzo. Sus padres tendrían que quedarse en México hasta abril, fecha en la que más o menos ya estarían resueltos los trámites de la venta de la casa y los papeles notariados, actas de nacimiento marcadas con el sello del tratado de La Haya, documentos de estudio necesarios para revalidar títulos profesionales y poder ejercer sus profesiones libremente y todo aquello que uno no sabe, ni se imagina, que necesita llevarse cuando se va a vivir a otro país.

La burocracia hizo su parte y no fue en abril sino hasta octubre, que sus padres fueron llegando a destino, seis meses después de lo planeado.

Y fue durante ese tiempo que ella, la menor de los miembros de la entusiasta familia, pasó los seis meses más espantosos de su vida; la entrada a la adolescencia, acompañada del proceso de desarraigo-adaptación y una púrpura trombositopénica medicamentosa, producto seguramente de todo lo anterior, la llevaron a conocer lo opuesto de entusiasmo.

Quizá en las leyes de Mendel o en El miedo a la libertad de Erich Fromm, podríamos encontrar fundamentos para lo que sigue. Y ya que cada uno de los 16 tatarabuelos de esta niña había trepado a un barco para venir a hacer la América (ninguno de ellos volvió nunca a su tierra) ésta nostalgia, sublimada en otras cosas en el ir trepando, sin duda había encontrado su camino por las ramas del árbol genealógico hasta llegar a ella.

A ella, que tanto llegó a aborrecer después el romanticismo absurdo de los sesentas y setentas. Las imágenes de los presos políticos, las madres de la Plaza de Mayo, de su tío quemando los libros del abuelo en el jardín de la casa de Tupungato. Y torturados, huérfanos, desaparecidos, exiliados, era tanto que llegó a ser estúpido. Y sin embargo exiliada ella. Y exiliada nuevamente, cuando después de cuatro años la familia había perdido el entusiasmo y fueron volviendo uno por uno, por una de tantas crisis tercermundistas, desamores, desempleos, despojados nuevamente de todo lo que ya había llegado a hacerse propio.

Ella y su madre fueron las últimas en volver a México. Sin ningún cálculo ni fanatismos numerológicos, un 27 de enero del año 2002 treparon a un avión y exactamente cuatro años después de haberse ido, ella volvía a pisar su auténtica tierra, no sin antes sufrir una especie de ataque de pánico celeste porque desde que faltaba una hora para aterrizar, ya nunca dejó de ver las luces de las casas que le apuntaban Bienvenida a la cuidad monstruo.

El pánico de perderse y nunca encontrarse, la melancolía por la pequeña cuidad adolescente y el recuerdo de todos esos abuelos y abuelas que no se habían dado por vencidos, la hicieron aferrarse a la decisión de salir adelante. La rosa de los vientos, mapamundi, Continente Americano, América del norte, México, zona conurbada, Distrito Federal, zona Sur, Circuito Diamantes 149, Colonia Joyas del Pedregal, Delegación Coyoacán, Código Postal 04660 y todo el primer párrafo, se fueron arraigando en ella por la necesidad de tener algo que nunca se quedara atrás, que no se mudara de hemisferio, que no pudiera irse lejos.

Han pasado casi diez años desde ese día en el que todo cambió. Hoy, de lo único que tiene certeza es de todas esas cosas que tuvo que aprender y que con el pasar de los años se van volviendo inútiles. Las otras certezas antiguas las perdió seguramente en algún aeropuerto. El miedo de perderse ya no lo tiene, aunque el miedo de nunca encontrase, persiste.

Cuando está lejos de su casa tiene la habilidad de ubicar hacia qué dirección queda el Sur, y mira hacia allá para asegurarse de que en algún lugar en ese sitio, está la casa en la que vive. Pero con la mirada, tal vez, busca ver más allá.

Más allá del Ecuador, más austral, trece mil kilómetros al Sur, está aquello que intenta evocar en el horizonte. Allá donde su familia perdió el entusiasmo, a lo mejor valdría la pena regresar, a tratar de encontrarlo otra vez.

***

viernes, 23 de octubre de 2009

María:

Estoy en Córdoba!!!! Es casi como si no lo pudiera creer. Imagino cosas y la vida cambia. Los días pasan y el tiempo.
Leímos el I-Ching. Entusiasmo me dijo. La danza, el teatro, la música. La soledad y la desolación. El movimiento.
La fuerza. No estás sola Lucía.- tu historia te acompaña. Tú María. Tu cuerpo y tu cara. El Sureste. Tu casa, nuestros amigos, mi gente. El cineclub. La oscuridad detrás de escena. Esos ojos de camello que me miraban de frente.
Todo está aquí María. Amanece y el sol se pone. Los días alegres y los tristes. Los lugares comunes.
Puedo sentir la velocidad de las cosas... la saliva se detiene y me permite mirar un momento.
"Leave". Dejar, permitir, ahuyentar. Las hojas caídas. El ritmo agudo, ahogado.
Se juntan los pintores y los punks. Los sujetos del amor, los efectos con ricitos.
El mundo sigue aquí María. Lo digo sin sentir dolor. A bordo de una línea de bajo, como si emprendiera una travesía. No sé a dónde voy a llegar pero traje todo lo que tenía. Dejé allá pruebas, vestigios de heroísmo.
No tengo alas. Soy linda: la piel se me sonroja y no termino de entender si empieza el verano o acaba el invierno. Los billetes están rotos y arrugados y el río se ve vacío; corre como tirado de un hilo. El sol es dorado fresa y los amaneceres violeta. Las latas las abren los hombres. La guerra está lejos pero se trae en la nostalgia. Te extraño flaca.
Me gustaría contarte todo esto. Pasar mucho tiempo callada y charlar con amigos. Escribir una carta. Estudiar a Esquilo. Abrazar a mi madre y a mi padre, tenerlos cerca. Tú eres mi hermana. La Caro, el Juan, mis primas.
María Laura, la que se casó, vive en casa de mi abuela. El domingo estuve ahí.
Un sillón anaranjado apareció en la entrada y la casa de una pareja. Sus cosas. En el cuarto de adelante un montón de muebles apilados conducía el camino a la puerta del clóset. La persiana de madera que no deja entrar el frío estaba baja e iluminaba de verde clarito el cuarto. La María estaba en el patio jugando con la perra. Me acerqué tanteando la madera. Apreté la puerta para que corriera bien en el riel.
Ropa doblada. Cartas y bolsas de lástico envolviendo documentos. El olor de la naftalina y algo dulce, parecido a la paja o el mimbre. El tacto de mi abuela Luci...
Había caminado casi dos cuadras rumbo a la parada del trolebús. La tarde seguía y sonreí porque había llorado cuando abrí el segundo cajón del ropero. Tomé una camiseta de algodón entre las dos manos y la apreté contra mi cara. Dije Lucía; nona. La amé tanto. Caminé haciendo olas con pasos pequeños y enuncié en mi cabeza las primeras palabras de una carta dirigida a ella, luego sonreí otra vez. Ya no estás lejos.- pensé.
Mañana compro un sobre de papel de estraza y pongo esta carta en el correo.
Nada se acaba María.

Con todo mi cariño: Lu.

viernes, 9 de octubre de 2009

Lista imaginaria

Escribió en su cuaderno.- "Me siento más en casa que en casa".
Unos días antes había recordado perfectamente la sensación en las manos de esa mesa a la que ahora estaba sentada.
Los peines estaban en el mismo cajón, debajo del lavamanos. El olor de esa casa, todavía mezclado con el del invierno. Pensó que podría quedarse ahí. Que sus tíos y sus primas eran otro par de pares, otras hermanas.
En la capital se había sentido extranjera. Incluso teniendo la posibilidad de cambiar el switch y hablar como argentina, al pedir un refresco había tenido que tomar la decisión rápido y al hablar se aferró a su tierra.
.- ¿Me da un refresco de toronja por favor? Ese. No, el de abajo, sí
ese.

Todavía no había tenido tiempo de llegar del todo: apenas desempacó dos o tres cosas, salió con su tía y la Dani a hacer unos quehaceres y comprar un par de cosas al super. Cenó con su familia y tomó dos copas de vino. La cena sabía también un poco a invierno. ¿Allá está el norte verdad tía? No recordaba haber visto el atardecer nunca en Córdoba, auqnue tampoco creía, no podía ser... sólo no se acordaba. Apuntó eso en una lista imaginaria: ahora lo vería.
No olvidaría hacia dónde quedaba el norte. Pediría un mapa en el centro para recordar el orden y el sentido de las calles. Pediría prestado el coche y conduciría hasta Alta Córdoba, tomando por la Cañada.
El grifo de la cocina todavía perdía agua, con el mismo ritmo
una, una, dos, una una una, dos.
La cuidad había crecido y la gente decía que las cosas no estaban del todo bien. Pero ESTABAN.

***

miércoles, 7 de octubre de 2009

Terminal 2, sala 58/59

La noción de irse es una acumulación de frustración anticipada hasta que llega el momento en el que aparece la certeza de partir. "Ir", "partir" no existen como acción si no se convierten en presente continuo y se traducen en salas de espera y pases de abordar, bendiciones, despedidas.
Antes, son sólo como exorcizar un alma que no está endemoniada y enviarla lejos. El presente se queda solo y vacío y el contenido completo de la caja de Pandora se muda al destino, dejándote incapáz de conservar contigo ninguna virtud ni vicio para operar en la cotidianeidad que resulta de la espera. La espera es el duelo entonces. Cualquier construcción o proyección posible se cierne allá y aquí está un remitente del que sólo queda tiempo y espacio.
Y así, después de aguardar tandas de semanas que de a poco sólo son ya días y noches, horas, después filas, turnos; alguien corta ese elástico ya delgadísimo que tensa lo poco que queda de alma, sin decir ni hola ni sí, sólo recibe tu equipaje, te pregunta tu nombre, te entrega papeles que no tienes que perder y te indica por dónde, a qué hora vas a empezar a recorrer el camino que te reuna de vuelta con tus ilusiones.
En una sala de abordar como un iceberg, te quitas el abrigo y te tocas las mejillas para ver si con las palmas puedes retirar un poco de calor, y reflexionas en que, desde que empezó esta espera, no habías percibido nada tan cálido como esto.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Oposiciones

En lengua maya el verbo
Kaambal significa aprender y enseñar...
Kaxan (kashán) significa buscar y encontrar...

Tómala barbas.

domingo, 30 de agosto de 2009

Día de San Judas

La vida en Valladolid transcurre llevando el albur a niveles insospechados y el humor negro a un lugar tan familiar como el Restaurant Oasis, en un continuo afán por hacer que el tiempo se pase más rápido.
Ya tiene rato que no tenemos que llenar el tinaco. Aunque las bombas son lo mero mero de aquí, no es que hayan arreglado la nuestra, sino que algún extraño fenómeno de la naturaleza se encarga de que el agua suba. Tengo una teoría: el sistema del tinaco y la cisterna funciona como una cafetera. Durante el día el agua de la cisterna hierve, por ende debería ascender por el tubo. Asunto resuelto.
Nos estamos volviendo en niños salvajes. Y digo niños porque los bigotes me siguen creciendo y todavía faltan como veinte días. Cuando duermo en el colchón me amanece doliendo todo. Los zapatos me incomodan. Me pongo un suéter y siento como si trajera camisa de fuerza. Ya no conservamos ningunos modales entre nosotros ni para con nosotros mismos.
Ya hicimos un deal con la señora de la lavandería que nos va a rentar una tele. Todavía tenemos que ir por ella y como aquí nada es fácil, nada es rápido y nada es obvio no sé cómo ni cuándo lo vamos a hacer.
La clienta… ok… su lenguaje cinematográfico acude a términos como el Video clic y la Diseminación pero esta última vez tuve que ir a Mérida con los chicos a revisar los guiones por X!”·$%!!!! Vez y hasta me cayó bien. La neta es que la señora no tiene las referencias necesarias pero el trabajo está quedando como ella lo pidió y muy chingón. Claro, hubiera sido genial que contara con los elementos necesarios para explicarnos eso la primera semana, pero da igual, de todos modos es muy cabrón estar aquí.
Ayer platicábamos en el camino de regreso a Valladolid acerca de eso. No hay manera de que las cosas sean del mismo modo cuando volvamos a casa… ¿A casa? Miguel volvió y también estuvo pensando en lo mismo. Este sitio se ha convertido en un lugar muy cercano. Será porque uno puede convertirlo en lo que uno desee. Será porque todavía la gente frena en la orilla de la ruta para darte un aventón. Será porque la chica del Oxxo ya sabe qué cigarros fuma cada quien. Porque la chica que atiende la lavandería por las tardes es la que viene a hace el quehacer los martes y viernes y cuando viene deja sus chanclas en la puerta y nos presta su bici para ir al super por el desayuno. Que la chica del Chedraui ya se sabe nuestra razón social. Que ya nos robaron, ya salimos en el periódico, ya cambiamos de Kangoo tres veces y a la gris ya le está fallando la caja de velocidades. Y es que este sitio anda a revoluciones que todavía no podemos comprender. De verdad, creo que mis palabras se quedan muy lejanas a la magia de lo que aquí sucede y es por eso que deberían leer el post de Fin de leda.
Lo que es verdad es que para mirar al futuro, desde aquí no tenemos ninguna referencia. No hay nada que podamos planear hacer o dejar de hacer cuando volvamos. Ya no sabemos qué es lo que está y qué cosas se han ido de nuestras vidas. Jamás había vivido el día a día tal como el día de hoy.
Estoy sentada en el comedor tomando una cuba y escuchando calle 13. En la mesa están los guiones, los cigarros, los celulares (por si alguien llama... todo el tiempo, esperando), mañana hay que trabajar un poco. Sé algunas cosas de los días que siguen, pero no me preocupa. Creo que es la primera vez en mi vida que puedo afirmar eso. No sé. Apelo a que ese día llegue. A que la gente con la que estoy sabe hacer bien su trabajo. A que la misma cosa que lleva a alguien a darte un aventón al centro me dé las posibilidades de encontrar lo que busque en el momento que lo precise. Así funciona el destino aquí.

Bueno… ¿Má? Hola… hola. Sí. Bien. No sé. Después del grito. Yo también los extraño… 
(Pero ya no tanto. Ésta es mi vida ma. Cada vez menos deseo que se termine. Cuando vuelva, voy a extrañar Valladolid).
Sírvame un sanjudas en las rocas. Sanjuditas házme la buena.

jueves, 20 de agosto de 2009

El otro día alguien tocó la puerta

?.- Toc, toc…

L.- ¿Quién es?

?.- Ya eres grande Lucía. Solías decir Cuando sea grande quiero tener esto o aquello. ¿Qué has conseguido? Ya sabes cuál es la respuesta. De todo lo que eres hay cosas que nunca pensaste, no las deseaste o creíste no haberlas puesto tú. Hay otras que, si bien nuca fue que las ansiaras con el alma, alguna vez quisiste formaran parte, llevarlas en el bolso de mano que cargas por todas esas salas de abordar.

L.- Nunca he querido un velero ni viajar en primera clase. Navegar sí, tomar un avión del modo que sea rumbo a cualquier parte. Me imagino juntos… sentados en sillas chaparras cuando el sol ya bajó y el aire sostiene el color lila de la tarde, una taza, viejos pero no cansados. No importa dónde, sólo que sea ahí…

?.- No eres lo suficientemente grande para ese sitio, eso sí es verdad. Se acababa de meter el sol cuando volteaste la cabeza despacito para mirar una silla de mimbre que había en el umbral de una casa pintada de verde agua. Viste una anciana y te acordaste de creer. Y un señor de piel oscura que era como un árbol con el tronco lleno de nudos. Cada uno de los viajes en carretera sientes ganas de que la gente que amas estuviera a tu lado y sigues pensando que tu vida es tan tuya como de ellos. Eso te ha costado trabajo: entender que compartir también es aparente. Empezar a darte cuenta de que incluso aunque él estuviera aquí o allá en esa tarde, tu vida es para ti sola. Tan evidente es que no has logrado comprenderlo, que escribes estas cosas en una hoja en blanco esperando que ellos las lean.

L.- Y aunque ya sea grande, voy a seguir creciendo.

?.- Sí. Y va a seguir doliendo.

Calendario Valladolid

Jueves 20 de agosto:
Junta en Mérida.
Se revisan los últimos dos guiones de radio y el último guión de video.
Se hace la última órden de trabajo para producciónde foto fija.

Viernes 21 de agosto:
Junta en Mérida.
Todo lo de ayer no va a haber sucedido conforme al plan. Probablemente los guiones tengan que ser revisados porque ayer se clavaron con lo de las fotos.
Los otros nos quedamos a hacer fotos en algún pueblito.

Sábado 22 de agosto:
Producción foto fija pueblito.

Domingo 23 de agosto:
Día de descanso. Podríamos ir a cualquier paraíso maya de los alrededores pero nos quedaremos en Valladolid, dormiremos hasta la una de la tarde y pasaremos el resto del tiempo en un café internet tratando que a través de algún acto de magia el messanger y el Facebook nos hagan sentir más cerca de casa.

Lunes 24 de agosto:
Junta en Mérida.
La puta señora tiene que aprobar las fotos y ponerle fecha a la junta estatal.
O NO.

Martes 25 de agosto: (Si todo sale bien)
Día muerto. Pelis en casa. Lavandería. Llenar el tinaco (cada vez es menos divertido). Limpiar la casa. Comer en el Oasis Familiar (tenemos el título de clientes del mes "julio").

Miércoles 26 de agosto:
Junta estatal en Mérida.
LA RE PUTA MADRE.
No sé qué pueda pasar. Supongo que los guevotes de la ñora que nos ha mantenido aquí el doble del tiempo del que teníamos contemplado (Se escucha la voz de dios que ríe enérgicamente y dice.- Pobres pendejos, tenían planes-.) Los guevotes de esa ñora alcanzan para que, si las cosas ya están como ella quiere, a los otros dieciséis cabrones de salud no les quede más que decir que qué bonito, nos estrechen la mano y listo.
Y si no, se va a armar un desmadre... no quiero ni pensar en eso.

Jueves 27 de agosto:
CUMPLE AÑOS MI PAPÁ.
Todo lo demás me chupa la pija. No voy a estar =¨(

Viernes 28 de agosto:
Esperar...

Sábado 29 de agosto:
y esperar....

Domingo 30 de agosto:
y esperar.

Para acabarla de amolar, agosto tiene 31!!!! días.

Y es lunes:
¿Esperar? Seeeeeeeeeeeeh, por qué no.

Martes 1° de septiembre: (Se escucha de fondo "Las Dianas" o "La marcha de Zacatecas", fanfarrias pues)
Nuevo mes.
Cómo ves que por aquí de este día nos digan que va.

No quiero "Adelantarme" con lo que sigue, pero nomás de filmación son 7 días papá.
Échale 3 de preproducción
3 de post.

= 15 de septiembre. Damos el grito en Valladolid.

¿Bueno?... Hola má... todo bien... sí, sí, yo también... como en un mes.

jueves, 13 de agosto de 2009

Charla con la nona Luci 1

¡Nona! Estoy en Yucatán. Vine con un grupo de gente porque me ofrecieron un trabajo como productora de un proyecto. Hemos rentado una casa para no gastar tanto en hoteles y llevo ya un mes viviendo ahí con un grupo intercambiable de locos que trabajan en diferentes disciplinas. He conocido linda gente y para este momento incluso los siento como buenos amigos. Conocer a la gente de esta forma es bastante raro. De un día para otro hay un montón de testigos de tu existencia: gente que no conoces y que no te conoce que a partir de cierto momento va a compartir contigo los días desde que abres el ojo hasta que te quedas dormido, o hasta cuando te quedas dormido, si es que hay alguno que otro desvelado rondando. Y no te queda de otra más que ser como eres... si fuera de otro modo no durarías ni cinco minutos intentando sostener una mentira. Todo brinca en seguida. Ahí está uno amaneciendo en shorts con las piernas peludas llenas de picaduras de mosquito, la cara de ampolla, la melena salvaje que no para de crecer y que además con la humedad se me enrula y parezco una especie de medusa hippie, lagañas, hambre, mal aliento, mal humor... ¿Quién querría que un grupo de desconocidos lo encontrara en semejante estado? Te queda de dos: o te paras la pestaña antes de irte a dormir, te compras un piyama como la gente, te haces la depilación definitiva, vas a que Ulises te deje divina, te planchas el pelo, instalas un aire acondicionado en tu cuarto, cocinas una cena vegetariana en vez de ir a cenar otra torta de cochinita pibil y luego de todo eso actuas la mejor versión de Julia Roberts con su despampanante sonrisa al amanecer o tomas la segunda opción: dejas que esta gente te conozca como eres... incluso con el pasar de los días el mal humor se te quita porque los demás hacen bromas respecto de las cosas chistosas de cada quien... el que ronca, el que se tira pedos, el que no puede dormir, el que duerme como una piedra en cualquier lado (esa soy yo) y así pasa con cada una de las cosas cotidianas, las malas costumbres y las buenas, un selecto jurado está ahí todo el día y finalmente todo se reduce a muy poco cuando llegas a la conclusión de que estás con buenas personas... ni siquiera sólo buenas sino amables, divertidas, aventureras, dispuestas.

Vaya que se necesita disposición para soplarse más de un mes aquí. La casa que tenemos está bastante bien pero no tiene cortinas, así que el sol pega duro y hace un calor de la mierda. Hay un aire acondicionado pero existe un problema principal... la bomba que sirve para llevar el agua de la cisterna al tinaco está fundida así que hay que acarrear agua con un mecanismo Valladolidense que hemos inventado. Consta de un garrafón de Electropura que pende del cable de Cablevisión. Un sujeto permanece en tierra y ejerce la función del llenador: sumeje el garrafón en la cisterna y lo observa burbujear hasta que se llena. Luego debe colocarle la tapa, parte importantísima del proceso, y empujar con fuerza la mierda esa de veinte kilos para encaminarla a los vertedores. Los vertedores son dos sujetos que se trepan al techo y tiran del cable de cablevisión hasta apoderarse de los veinte litros de agua y verterlos en el tinaco... Qué se yo qué capacidad tenga un tinaco pero después de unos diez garrafones de agua ya tiene copados como unos treinta centímetros... al parecer eso alcanza para tirar un día entero de un par de ducas por persona y una lavadita de platos. No hay llenada de tinaco que no acabe en unas guerras de agua en las que en un descuido le tiras un chorrito al llenador, en otro aparece alguien con un arma más efectiva como un vaso o una cacerola y te la vacía en la cabeza y finalmente todos como niños chiquitos terminamos riéndonos y jugando en el patio a mojarnos. Ya cuando el aire acondicionado está andando y hay agua suficiente para todo el equipo no dan ganas de darse un baño muy largo porque otra de las cosas que no tenemos es agua caliente y te preguntarás ¿Quién carajos quiere bañarse con agua caliente con 42 grados de calor? Y sí... pero la ironía nos persigue, así que en la mañana cuando todavía uno conserva el poco friecito que hace en la madrugada, a bañarse con agua fría. Es muy gracioso cómo desde la sala se escuchan los sonidos de hay cabrón y los resoplidos autoayuda para convencerse a uno mismo de que hay que pararse abajo del chorro helado. Y por la tarde es otra historia: EXT. SISBICHÉN, TARDE: Entiéndase como: Ninguna sombrita en la cuál protegerse, Comunidad indígena que está a 40 kilómetros de la civilización, pongamos una de la tarde: 43 grados a la sombra, tierra, polvo, excremento de gallina, fruta fermentada, etc. Después de cuatro u ocho horas de trabajo en esas condiciones todo mundo quiere llegar a la casa a bañarse. No es muy emocionante... lo primero que salta a la vista es que prácticamente en esas mismas condiciones permaneció el tinaco el día entero, por lo que la ducha que proponía refrescarte es en realidad un gran baño de vapor. El agua sale CALIENTE. ¿Quién quiere un calentador?
Hay tres cuartos. Cada uno alberga en estos momentos a dos personas. Una de ellas duerme en una hamaca y la otra en un colchón inflable. Yo elegí dormir en la hamaca porque descubrí que todo me dejó de doler a partir del mismo día en que comencé a hacerlo, aunque de vez en cuando uno extraña la posición 100% horizontal y pido una rotación. Comparto la pieza con el Jimi, editor y asistente de fotografía. Lo escogí como compañero de cuarto porque ronca pero no tanto, se seca con una toalla de Harry Potter, se desvela tanto como yo y es divertido... El nuestro es el cuarto de los niños. Karen se fué hoy en la mañana, asistente de producción y vieja de putamadre (venga amiga que hace mucho que no conocía a una chica tan cabrona como tú) y también dormía con nosotros. Supongo que por una cuestión jerárquica e incomprensible es el único cuarto que no posee un sistema civilizado de ventilación más que las putas ventanas que generalmente no se pueden dejar abiertas porque está roto el mosquitero y te machacan si te apendejas.
En la otra habitación duerme Fabián, fotógrafo y alto personaje. Al principio uno se va con la finta (a mí también me pasó) de que es un tipo tranquilo. Es, en efecto el más decente de todos nosotros y además no ronca, pero tiene un problema: NO DUERME. Y no es que no quiera, es que no puede... te rascas la entrepierna y el guey se despierta preguntando qué pasa. Así que aunque en un primer acercamiento parece una gran opción, después de varios días uno prefiere cederele el privilegio de dormir sólo por el beneficio de rascarte lo que quieras o prender la luz. Su habitación cuenta con un ventilador de piso, que es mi más grande envidia.
En la tercera habitación duermen Paco y Miguel. el primero de ellos sostiene junto conmigo el título de alineación original Valladolid, ya que somos los únicos que ahora sí desde que llegamos no nos hemos ido. Paco ronca, pero no en joda. Ronca como un hijo de perra. Dormir con Paco es, o un gran acto de amor (que a mí se me hace que todos ya se están empezando a hacer medio jotos en este viaje) o de valentía. Sucede que el cuerto de Paco cuenta con un segundo sistema de aire acondicionado, que además funciona mejor que el de la sala. El cabrón mantiene la habitación como a 12 grados centígrados toda la noche... no sé cómo no se muere. a mí se me hace que es un truco para no envejecer o algo así. Miguel, el guionista de humor oscuro que es quien menos días tiene aquí, duerme en la hamaca y cada noche libra una batalla de apagar el aire acondicionado las veces que sea necesario para preservar su vida. No sé si miguel ronca o no porque Paco de todas formas se lo llevaría de calle y entre eso y el sonido del aire acondicionado estilo ventisca finlandesa, lo que sucede detrás de esa puerta una vez que se apaga la luz es un misterio...
Y esto continuará porque ni siquiera nos han aprobado los guiones a nivel estatal, así que quedan muchos días pendientes y muchos días venideros.

jueves, 9 de julio de 2009

Croit Brillait

Tres cincuenta am: Me levanté para bañarme. Quise dormir cinco minutos más, pero miré la cama destendida y supe que hoy no era día para eso. Ya habrá ocasión de dormir, dormir... ya he dormido lo suficiente como para pasar un año entero sin una siestita siquiera. Pude haber estado donde estoy ahora si no fuera por el vértigo a todo lo demás, que se apoderó de mí durante una larga temporada. No vuelvas más. Ya no eres bienvenido porque el tiempo pasa, sí, los que saben no se cansan de decirlo, y te cae encima como la hoja de una guillotina bien afilada.
En vez de invocar al sueño me invoco a mí: Lucía por favor te suplico por toda la fe que te queda o la que te había hecho falta: Cree. Nunca vuelvas a permitirte fallar, no en eso.
Hace tres semanas prometí que si en los próximos dos meses no pasaba nada me volvería a ir. Sí, a ir con un proyecto, con ilusiones nuevas y viejas, creyendo que sería la solución. Los problemas no son para solucionarlos. Hay que romperlos. Arrojarlos contra una pared y brincar sobre sus astillas hasta que se pulvericen y se los lleve el viento. El verdadero problema es tener uno. Fucking Jesus Crisis. Y entonces dije, si no pasa esto, tiro la toalla. Por lo menos aquí, ahora. Y me hubiera ido con toda la dignidad que me quedara, la poca posible cuando todo sería nada más que otra viñeta en la lista de fracasos. Y vaya que no necesito uno más.
Fe. Necesidad... no sé. Pero una semana y media después alguien me llamó para decirme vente mañana a mi oficina. Al día siguiente me volvió a marcar: Lucía, lo tienes. Te vamos a dar trabajo, dinero, vas a viajar, vas a conocer lugares que jamas te imaginaste, vas a estar haciendo lo que te gusta. ¿Cómo coños? ¿Cómo es que las cosas pueden suceder así? Porque "la intención es lo que cuenta" es la puta decadencia. La nada, la pieza, el olvido transformado en actitud ante la vida. Levanta tu culo de la silla por dios. Llama, escribe, pide, pídelo en voz alta, júntate con alguien y pídanlo juntos. Si te sirve, dile a la gente lo que pides, para luego poder refregarles que lo conseguiste. Esa es la única manera adecuada de demostrar: demostrarte Lucía... Meter un gol. Buscar meter un gol en cada partido.
Pasó el día entero. Estoy en Valladolid, Yucatán. No tengo sueño. Todo lo que soñé aquí está. Por dios Lucía, tómalo. La fábrica de sueños ya dio. Ahora hay que salir a distribuirlos, obtener el beneficio. Cóbratelos carajo, que tú los hiciste con tus propias manos Lucía. Haz que lleguen hasta los lugares donde no hay cocacola. Llévalos contigo en este viaje y en todos los que quedan, no importa si vas o si vuelves. Cree Lucía. Cree.

jueves, 11 de junio de 2009

Piedad

Cuando me levanto muy temprano, aunque hayan pasado muchas horas de vela, sigo sintiendo como que un pedazo de mi sigue en la cama. Es algo parecido a estar cruda: Shhhhhhhhhhhh no griten. Mi paciencia no se despierta conmigo y es tan pequeña que cuando se incorpora finalmente, casi ni la distingo. A las 9:15 am ya llevaba dos horas manejando en el estúpido tráfico y estaba prácticamente estacionada en el Viaducto a la altura de Troncoso. Tenía un disco de Modest Mouse, pero no quise escucharlo. La modestia no es nada buena cuando lo que uno quiere es colgarse del cortinero. Ese disco me pone de buenas y escucharlo me parecía como tratar de fingir. Prendí la radio y puse Radio Ibero. Es en la única estación que pasan música que me gusta prácticamente todo el día y casi no hay anuncios. Nunca le pongo demasiada atención a los locutores. La cosa es que dadas las condiciones, no quedaba de otra más que eso: un programa en el que participan un tipo y una tipa; él posee una necesidad exacerbada de decir lo que piensa y ante su propia verborragia se cree maravillosamente culto. Si uno escucha bien y está de malas, puede percibir claramente que mr. comosellame no sabe nada de nada y cualquier parecido entre su discurso y uno coherente radica en que de vez en vez repite cosas que escuchó por ahí, citas. La mujer en el fondo parece no tan tan tonta, pero ella no lo sabe. Sin embargo, de la mancuerna, es ella quien le da un poco de seriedad al programa creyendo que para lograr eso se necesita que interrumpa a los demás para dar información científica extraída de dudosas fuentes. Lo único bueno del programa es una tercera voz, que por lo que escuché parece que hay días que no está, que pertenece a un personaje ficticio llamado La Fresirocker. Fácil: una chica bien que conoce muy bien su entorno y que juega a ser la chica más fresa del mundo con todos los vicios y virtudes que eso acarrea. Maneja su personaje perfectamente y sus intervenciones en el programa son divertidas y atinadas. De los tres, es la única que puede aceptar públicamente cuando no sabe nada acerca del tema de turno, y además se da el lujo de parodiar a los dos cabezas duras que tiene enfrente sin que ellos lo noten. Bien por ella.

A las diez empieza un programa que ya había escuchado antes. Se llama DFM y tiene el perfil de una revista cultural, cosa que se agradece. Tienen una sección dedicada al teatro y otra para cada materia: mientras llegaba a mi destino extendieron la convocatoria para un seminario de foto en el Centro de la imagen y pusieron música linda. Hice algunas cosas en la Colonia del Valle y cuando me volví a subir al coche el programa estaba terminando. Al mediodía empieza otro que se llama Entre paréntesis y uno de los locutores se llama Erick, y lo recuerdo porque, a diferencia de la primera sorpresa de la mañana, esto lo fue en el buen modo. Entre paréntesis es una revista sociopolítica hecha por personas quienes no hablan de lo que no saben, permiten a sus invitados y enlaces que digan todo lo que tienen para decir, son buenos entrevistadores, cuando usa el privilegio de hablar públicamente se nota que saben de la materia que les ocupa, que leen, que conocen perfectamente sus fuentes y además son personas agradable que mandan abrazos y conocen de apretón de mano a cada una de las personas que, al menos por el día de ayer, intervinieron. Entre los temas se habló sobre la presentación en México del libro “Cautiva”, de Clara Rojas, cosa peligrosa ya que hablando de guerrillas, secuestros y Latinoamérica rápidamente se puede caer en un malentendido, pleonasmo de Salma Hayek dándole la teta a un indito, o cheguevarizarlo todo. En cambio hubo un enlace telefónico con la mujer autora del libro y la entrevista fluyó maravillosamente ya que el locutor tuvo el cuidado y la decencia convertir todo esto en un Cómo estás. Ella habló de su experiencia, de la nostalgia, de la amistad. Nadie nos contó el libro ni nos obligó a escuchar una diatriba en torno a las FARC. Con la misma delicadeza y responsabilidad, no sólo informativa sino formativa, hubo un enlace con el editor de la publicación latinoamericana de la revista Le monde diplomatique y otro con un docente de la universidad católica de Hermosillo. También se habló acerca de la decadencia de la OEA y un artículo al respecto publicado por un catedrático e investigador argentino (que tristemente no recuerdo su nombre) y se tocó el tema de una manera subjetiva sin tonalidades de amarillo.

Eran las 2:30 de la tarde cuando me bajé por fin del coche después de haber recorrido la cuidad de punta a punta dos veces. Me tragué a los cientos de conductores que quieren pasar porque el semáforo está en verde, haciendo caso omiso de que al cruzar la calle no queda espacio para un coche más; los hijos de puta que desconocen el motivo de la regla Uno y uno; los que inauguran la segunda fila para dar vuelta a la izquierda; los peatones zafados que deciden cruzar por abajo del puente peatonal; los policías con sus ridículas gorras fosforescentes que te dicen que avances cuando no hay para dónde hacerse; los que invaden el carril del metrobús; los que si dejan pasar a la ambulancia aprovechan para seguirla por una o dos cuadras; los que traen Suburban y se creen ambulancia; los de mirada perdida, ejemplo de que a nadie le importa. Pedí piedad no solamente en el Viaducto, sino en Calzada de la Viga, Congreso de la Unión, Gabriel Mancera, Baja California, Calzada de Guadalupe, Montevideo. Si la paciencia no se había despertado conmigo, a putazos la tuve que traer a sentarse en el asiento del copiloto y no lo hubiera logrado sin la ayuda de aquel programa de radio.

Recordé que mi abuelo Juan nació en 1919 en Resistencia, provincia de El Chaco, Argentina. Un lugar olvidado por dios. Él contaba que su padre construyó la primera radio de transistores de todo el pueblo y que la gente venía a su casa por las noches a escuchar aquel acto de magia sentados en círculo, tomando mate y aguardiente, consientes del privilegio que era ser parte de ese mundo nuevo. Hace casi cien años de eso. Resistencia era un sitio al que sólo llegaban el tren y las ondas de amplitud modulada. Este lugar es muy diferente. Todo converge aquí y al parecer tenemos mcuho más de lo que necesitamos para vivir. Pero a veces, sólo a veces, me parece notar que hay quienes siguen tomando al mundo por lo que es. Un sitio que necesita hallar el orden mediante el acto de quitar, de apelar a lo simple, al detalle del otro; donde la única respuesta posible al clamarle a dios por auxilio, proviene de la puesta en común y de la intención de devolverle a cada cosa su valor universal.

domingo, 17 de mayo de 2009

Leaves

Las hojas se caen cuando llega el otoño, incluso antes, cuando hay mucho viento y poca lluvia. Las personas se van cuando deben hacerlo. Intentan justificar siempre su partida como las estaciones suceden. Y uno de estos días a las plantas les nacen nuevas hojas, pero las personas se duelen cuando han perdido algo.
.- Son tan lindas las plantas en su pedazo de tierra. La tierra. De vez en cuando La Victoria navega entre bosques de algas y me parece tan rara esa tierra de la que se arraigan allá en lo profundo, sepultada bajo tanta agua-.
Toda esa tierra piensa el capitán en su duelo. Si hiciera un recuento de todo lo que dejó atrás, bien podría ir vestido de negro. Extraña las plantas. Ha dibujado en su bitácora un árbol intrincado y nudoso que se parece a un nogal aunque no sabe bien qué es… es un árbol, los árboles, una estampa que puesta muchas veces en la misma hoja de papel ilustraría un bosque tan frondoso como uno quisiera. Pero no quiere repetirlo, porque la mano temblaba un poco cuando sostenía el carboncillo y la voz sin decir nada temblaba también. Algunas lágrimas cayeron sobre el dibujo y al árbol le nacieron racimos de frutas. Y, aunque a veces sucedan estas cosas, el capitán no se deja llevar por el dolor. Porque allá le esperan hectáreas enteras de bosques que no se atreve a dibujar: no tiene con qué colorear tanto verde ni ninguna pluma podría entintar tan fabulosos plumajes, ninguna tiza podría iluminar toda esa luz, en ninguna hoja cabrían todas esas hojas.

miércoles, 29 de abril de 2009

Precaución

Decía la vez pasada que en la alacena de Casa siempre hay comida suficiente como para enfrentar un estado de sitio. Menos mal. Si no, no sé qué sería de nosotros ante la situación que reina en esta ciudad por estos días.
No escribiré un post más sobre la influenza porque me da gueva. No es nada más la jodida gripe la que nos trae así.
El hecho de ser mexicanos, por alguna razón que tampoco voy a analizar en este momento y que seguramente tiene sus raíces en nuestra historia, nos ha dado una suerte de inmunidad estúpida hacia la política. No sé si es que en contraste con Argentina donde las manifestaciones versus el Estado llegan a ser exageradas, verdaderamente hay días que pienso si mi pueblo está formado por un total de gente estúpida o qué mierda pasa. ¿Es que nadie se da cuenta?.
Resulta que, eso sí todos lo sabemos, después de más de setenta años de tener un gobierno priísta, un día decidimos que tenía mucha onda el cambio, tal vez no porque lo hayamos decidido sino porque los medios de comunicación y la gran cantidad de dinero que se le inyectó a esas campañas, nos lo hizo creer a huevo. Y entonces un desafortunado día de elecciones el ex presidente Fox resultó el elegido. Un guey que si Aristóteles saludara de mano, moriría en el acto; un ranchero de hebilla y bota quien realmente creo que no es muy importante si estudió o no, pero estoy segura que su herencia cultural podría reducirse a un par de reproducciones chafas de inditas pintadas por Diego Rivera colgadas en el baño de visitas de su casa. Nada cercano al arquetipo clásico, ni un atisbo de justicia o templanza: el vivo retrato de la virtud lanzada por la borda. Total que eso pasó, se hizo historia, todos nos quejamos en la sala de casa de un amigo cuando el señor aparecía en la tele con traje color azul cielo saludando a algún jefe de estado y nada más.
Mi abuelo Juan era socialista. Mamá algún día me explicó que el PAN era un partido formado por la oligarquía y me prestó un libro del FCE que se llama Introducción a las teorías políticas, económicas y sociales que por cierto, hablando de inmunidad, es un pequeño cuaderno que además cuesta barato en su librería de confianza y creo que para poder seguir haciendo comentarios acerca de esto o aquello, todos deberíamos de menos leer ese apunte.
Al principio no entendí muy bien a qué se refería mi madre con eso. Cuando lo dijo, un lejano miedo se dejó sentir en su voz. Y el tiempo pasó y sucedieron cosas irreversibles como el IETU, la gran respresentación del avionazo en Nueva York, la vergonzosa situación que el querido presidente suscitó entre México y Cuba, apareció Chávez y Evo y las señoras presidentas de las tierras autsrales y de repente la situación política en Latinoamérica comenzó a importarme. Debo aceptar que no demasiado. Probablemente por la particularización de cosas que todo lo ha embebido y principalmente porque tengo cosas más apremientes con las cuales entretenerme, como forjar mi futuro y pendejadas de esas. Mi humor negro sobre todo, el exceso de ridículo, fueron los que me llevaron a pensar más seriamente en las cosas que pasan a nivel político a mi alrededor. Tal vez crecí un poco y decidí comenzar a honrar a mis antepasados también en ese aspecto, y dejar de ser una chavita que lo que no sabe lo inventa... empecé a guardar silencio y a poner atención, a construir una visión del asunto propia.
Todo esto para el día de hoy lanzar una pregunta al aire que me gustaría que los tres o cuatro compadres que caen de vez en cuando a este recóndito sitio, se aventuraran a responder.

¿ES QUE NADIE SE DA CUENTA?

Estamos viviendo en un sitio de tolerancia cero. La guerra contra el narcotráfico y la chingada madre, de la cuál no me animo a decir mucho porque tengo mis grandes reservas al respecto, pero ¿Y a mí qué chingados? Yo no soy una borracha empedernida pero verdaderamente me jode que de lunes a miércoles cierren todo a las doce de la noche y no me pueda chupar yo ni una jodida CocaCola en un lugar decente. Ok... me calenté antes de tiempo. Voy a explicarles poniendo mis pasiones a enfriar:
Los locales cierran a las 2:30 am. Esto dice la ley. Ahora, como todo el mundo está cagado de miedo, de lunes a viernes en muchos lugares la fiesta termina a las 12 de a noche, y no por ley, sino porque ya no le cae nadie. En esos sitios no se puede fumar pero sí te venden catorce botellas de tequila si se te da la gana de comprarlas. No puedo fumar pero el cabrón de la mesa de al lado está hasta las chanclas de pedo y no tengo ni idea de cuántas cosas hay que él pueda hacer que pongan en riesgo mi vida. Pero!!!! para eso está el alcoholímetro. Al parecer "los resultados arrojan" que ha disminuido la cantidad de accidentes automovilísticos desde que se aplicó esta medida, pero nos va igual a los que nos tomamos tres cervezas que a el tipo de las catorce botellas de tequila... todos al torito man. Va... hay que respetar... "si toma, no maneje" Entonces dejaré el coche en mi casa, pero a las tres de la mañana ¿En qué carajos me regreso? El sistema de transporte colectivo deja de funcionar a las 12 de la noche. Una serie de contradicciones muy pendejas que finalmente hacen que lo bueno se transforme en malo.
Eso es con relación a la fiesta que es lo de menos ¿No? Digamos que si todo saliera a pedir de boca, el PAN de cada día estaría logrando que nos quedáramos en nuestra casa a estudiar marketing o a hacer la tarea de relaciones industriales que nuestro maestro jesuita nos dejó o algo así, pero eso no va a pasar.
Luego sucede que la guerra contra el narcotráfico ocupa millones de pesos al mes, pero al parecer la banda no se ha quejado en absoluto... quien fuma mota sigue fumando mota, quien fuma piedra sigue fumando piedra. Me consta. (A ver si no por decir esto me cae la DEA y me aplican el tehuacanazo). A todos los que se aseguran que la ley se cumpla, sepan que no tengo nada que ver en el asunto. Así el Chapo Guzmán esté en la cárcel, los drogadictos siguen siéndolo y al parecer eso relamente vale madre. En el prólogo de El almuerzo desnudo, de William Burroghs, en su edición de Anagrama, el tipo, que créanme, sabía de esas cosas, plantea que hasta que no le demos más importancia a la gente que a la mafia, no va a pasar nada. Se imaginan si el gobierno invirtiera esa lana en educar, rehabilitar, dar trabajo a la gente que tiene problemas serios con las drogas ¿Necesitaríamos andar persiguendo al Chapo? Si el negocio no le saliera del todo bien ¿A alguien le importaría coartarlo? ¿No sería más fácil de esa manera? ¿Más beneficioso para la sociedad?
Sí... pero eso ha quedado en el último de los términos. Finalmente el gobierno, la oligarquía como dijo mamá, prioriza el dinero. No el que nos repartiremos entre todos, sino el que ellos se llevan a sus casas y entonces, poniendo un ejemplo sonzo como la educación pública, ninguno de estos tipos de anteojos Cartier se beneficia en lo absoluto de que una cualquier hija de vecino como yo, estudie o tenga chamba o mis padres que han pagado impuestos toda la vida y creado fuentes de trabajo para otras personas, tengan una jubilación... nada de nada.
Y ahora la gripa inmunda. No salgas, no comas, no te reunas con nadie, no le des la mano ni lo saludes de beso, no vayas a la escuela, haz como si no pasara nada, el gobierno puede intervenir en cualquier situación que resulte potencialmente peligrosa o sospechosa y todos los medios del estado estarán dispuestos para respaldar a las fuerzas policiales o militares. No salgas del país/no vayas a México. Alguien que me diga por favor por qué las últimas cinco veces que he ido a cargar gasolina ($$$$!!!!) en distintas gasolineras me dicen que sólo hay Premium. Empínese hombre!!!! más y más y más y más. Los boletos de avión cuestan una fortuna, los arrendatarios te obligan pagar dos meses de depósito y firmar pagarés por el próximo año pero luego no te pagan ni el puto plomero porque el calentador no sirve... tú lo descompusiste man. De verdad no entiendo nada.
Lo sé... todos me lo dicen, soy una idealista. Una pendejista. Nada va a cambiar nunca, mucho menos si nadie dice nada. Yo aquí desde esta apartada orilla digo lo que pienso y tampoco hago nada con eso, porque nadie me va a escuchar, por lo menos no las personas a las que les queda el saco, y si sí, sería bien fácil hacerme desaparecer. Y tampoco hago nada porque la impotencia es muy cabrona. ¿Te crees muy lista verdad? ¿Y qué vas a hacer al respecto? Hagamos algo contesto yo... luego pienso, si me dedico a hacer eso, a hacerme escuchar, a militar, a formar un movimiento que valga la pena ¿de qué voy a vivir? y entonces la respuesta inmediata es vivirás de la corrupción mami, como todos los que se dedican a eso. Como el puto EZLN/no tuve huevos. Como las madres de la plaza de mayo que lloran frente a las cámaras de televisión y behind the scenes reciben dinero de partidos políticos.
¿Qué creen? La pandemia de los puercos no es nada nuevo. Les recomiendo salir a la calle con tapabocas, pasamontañas, vestidos con hebilla, bota y pañuelo del viejo oeste, coloquen un kotex cubriendo nariz y boca y ocupen las alitas para adherirlo al tabique y la barbilla respectivamente, usen lentes de sol, casco, rodilleras, sombrero, boina, fumen pipa pero en lugares abiertos, beban café en esas amistosas fanquicias que pertenecen a Carlos Slim donde por cincuenta pesos un niño fresa escribe tu nombre con un plumón en un vaso deshechable; puedes escoger y personalizar tu bebida con leche entera, light, deslactosada o deslactosada light. También hay café sin cafeína y té verde cosechado por esclavos en el sur de Asia. O bien puedes beber café de chiapas. Si te lanzas a Filos los pasillos están poblados de los mismos niños fresas pero esta vez alabarán a Salma Hayek dándole la teta a un indio, usarán ropa de batik y te venderán una taza de café del estado más jodido del país por diez pesos. Lo que no saben es que la gente que cosecha ese café lo hace porque las compañías multinacionales han comprado el estado entero y el maíz, los plátanos, las nueces de la india y las almas de los campesinos pertenecen a esas empresas que entre sus chuladas dan una buena mochada a nuestro gobierno federal y trafican personas, por poner un par de ejemplos. Pero estos niños venden muffins de marihuana en los pasillos de la Universidad Nacional, roban libros de la Biblioteca, llevan años sin terminar sus carreras ocupando lugares que otras personas podrian aprovechar, tienen secuestrado el auditorio Che Guevara desde hace diez años y nadie ha tenido el valor suficiente como para sacarlos de ahí. Por Dios!!!! La autonomía nos salió por la culata. Recuerden tomar las precauciones prudentes ante el virus. Así que si usted es un cuidadano de clase media empínese más a la derecha o más a la izquierda, pero empínese de cualquier forma porque ahí le va... quedito, ya casi dos sexenios. Infórmese y piénsele, porque los candidatos a diputados escriben educación con S, Peña Nieto es un joven mafioso más astuto que Al Capone y ni siquiera se deshace de los cadáveres, sino que los deja a los costados de las carreteras federales; el culiado de hacienda sí que le entra sabroso a sus comidas en el San Ángel Inn y con lo del IETU invita las cuentas de todos sus gordos amigos, Ebrard no peca pero incomoda saliendo a andar en bici con su camisa amarilla, así así gana la gente, que no mame por favor, y Caderón un piquete de ombligo con el cártel, un piquete de ombligo con Obama, bajita la mano ya puso militares en las calles y la policía te pide tu identificación saliendo del metro Viveros, ahora Metro Derechos Humanos, porque te ves sospechoso. ¿Y por qué se pone nerviosa la señorita? pregunta el oficial. No sé. Será porque hasta ahora no he cometido ningún crimen a diferencia del asqueroso resto.
Y sí... si pudiera pedir un deseo, desearía que todos los cerdos que no son cerdos mueran de gripe en las próximas 72 horas.