viernes, 28 de marzo de 2008

Conversación

¡Chst! ¡Alicia! Sofía, o como te llames. Esto se llama soledad. Esto es lo que los demás mortales llamamos Soledad. Si sí sabes, no te hagas pendeja. Aunque tengas sed, aunque sólo comas manzanas. Que hayas compartido la tuya con alguien no significa nada. Eso sólo tenía sentido para ti y ya no lo tiene. Tu soledad o tus manzanas. Nadie iba a escucharte. Nadie lo haría. ¿Esperabas que pasara una paloma con el ramito de laurel? ¿Querías conquistar algo? Hasta aquí llega todo. Sólo son dos cosas en el fondo, lo mismo de siempre. Tienes esa ventaja. No va a agraciarte lo suficiente y nunca vas a estar tan segura. Ahí están los muertos aunque digas que son cenizas. Para nosotros son muertos.
En algo has de creer, lo que pasa es que te haces pendeja te digo. Eres una chiquilina. Quieres salirte con la tuya. Si nadie lo ha hecho ¿Por qué tú sí?
¿De qué vas a vivir?
¿Cuántas manzanas eres capaz de comerte?
Si no es fácil pasársela bien. Tú misma dijiste que cuando llueve, llueve. Pero ¿Eso es todo lo que sabes?
Nos estamos riendo de ti. Esa es la única gracia que vas a tener. Al menos pásatela lo mejor que puedas. Nadie te tiene lástima. Diremos Valiente por no decirte Hija de puta. Nosotros no decimos malas palabras en voz alta, pero no estés tan segura.
Te crees muy cabrona Alicia, ese es tu problema. Tu sangre no sirve, ni tus huecos. Ni aunque abras los ojos como una loca vas a verte mejor. Los ciegos no perciben la luz. Esa es la única paloma que vas a ver: después de tus pesadillas. Descuartizada por los huecos de las alas, roja y blanca, en el medio de tu camino. Esa es tu señal ¿O seguías pensando que sólo había sido una casualidad?... Lo nombras todo siendo tan imbécil. No nos sirves. Vamos a seguir esperando que tu piel se vuelva pálida, que tu sangre no sirva siquiera para teñir unas gasas. Que te calles la boca.
No tienes la menor idea de lo que es importante. Tu vergüenza gremial y tu orgullo Cosmopolitan. Ahí lo tienes. Qué porquería. Un saco de frívola mierda.
Ya no llores. No es para tanto. Un día de estos, tú también vas a estar muerta.

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