miércoles, 11 de noviembre de 2009

Super Yo: el superhéroe maligno

.- Ok man... me desperté tarde. No hice mucho pero ayer fue un gran día.
* ¿No hiciste mucho? No hiciste NADA, querrás decir.
.- No sí. Sí hice. Lavé los platos, me bañé. Conseguí peinarme y cociné una pila de milanesas. En la tarde fui al super, a la pollería y a la panadería. Es más, de regreso pasé por una veterinaria y entré a pedir trabajo y les dejé mi teléfono. Podría bañar perros un par de días a la semana.
* Sí idiota... podrías hacer un montón de cosas en vez de freír milanesas. No me salgas con la mamada de que eso es lo que quieres hacer en la vida. Bañar perros, no mames Lucía.
.- Pero cuando me fui a dormir estaba contenta. Sentía que había hecho muchas cosas. Tal vez no cosas importantes, pero hice. No sé por dónde empezar o si es que ya empecé. No sé qué es lo que sigue o qué buscar si en realidad todo lo que deseo lo llevo conmigo. Si ir a comprar el pan es un comienzo o debería estar haciendo otras cosas.
* Otras.
.- ¿Como cuáles?
* No sé. Tú tienes muchos sueños. Tomarte la vida como viene no te va a llevar a ninguna parte.
.- ¿Tú cómo sabes eso? Después no pude dormir. Me desperté triste y cuando me bañaba esta mañana me eché a llorar. ¿No puedes irte? ¿Callarte de una vez? ¿Qué haces aquí? ¿Quién carajos eres tú para estarme hostigando todo el tiempo?
* Soy Super Yo: el superhéroe maligno.
.- ¡Vete!
* No me voy a ir a ningún lado. Atravezaste el mundo y sigo aquí, ¿No te has dado cuenta? Jamás podrás deshacerte de mí. Estoy aquí para dificultarte las cosas. Para hacerte enteder que lo que tienes que hacer es sentarte a escribir nuestros díalogos, por lo menos. Que te dejes de pendejadas de llorar en la regadera. Ya deberías haber comprendido, al menos un poco.
.- ¿Qué es lo que tengo que entender? Nunca me has explicado nada.
* Eso justamente: ¿Cuántos momentos maravillosos has tirado a la basura por estarte peleando conmigo? Simplemente deberías hacer lo que te digo.
.- Eso es fácil, pero tú nunca me dices qué hacer. Sólo das ideas. No logras nada con eso. Eres como un artista flogger: te sientas en una mesa con la pierna cruzada luciendo tus estúpidos tenis de diseñador para hablar de proyectos posibles e ideas fantásticas pero no llevas a cabo ninguna. Sólo son tú y tu postura fundamentada en filosofías de las que has oído hablar en mesas de café. Y tomas vermouth y te crees muy chingón. Enr ealidad creo que eres un pendejo atómico.
* ¿Ah sí?
.- Sí. Pendejo.
* Entonces ¿Por qué perderías tu tiempo hablando conmigo?
.- No lo sé. Por eso lloro. Nunca encuentro una solución. Sabes mucho más que yo acerca de la maldad. No puedo ganarte y si sí, no sé cómo hacerlo. Siempre encuentras la manera de perturbarme.
* No soy yo Lucía. Eres tú. Tú eres la que está perturbada.
.- Sí claro... Ya sabía que ibas a contestar eso.
* ¿Ah sí?
.- Chale.
* ...
.- Vete a la mierda. Me caga escucharte y tener que hablar contigo. Lo tuerces todo. Me haces sentir confundida. Me produce mucha angustia nunca jamás poder ganarte. ¡Yo no estoy perturbada! ¡NO ESTOY PERTURBADA!
* AAAAAAjajajajaja.
.- ...
* ...
.- ... De qué te ríes... ¡Imbécil!
* Qué linda eres Lucía.

1 comentario:

Lucas Aguirre. dijo...

ajaaja pasa en las mejores familias mentales